La corona de espinas que Jesús llevó durante su Pasión regresará a Notre-Dame de París el viernes 13 de diciembre de 2024. Está prevista una ceremonia de veneración excepcional, seguida de una exposición semanal a partir de enero de 2025, para redescubrir este tesoro espiritual.
La Corona de Espinas, una de las reliquias cristianas más preciadas, regresa este viernes a su santuario de Notre-Dame de París. Este objeto sagrado, salvado de las llamas durante el trágico incendio de 2019, será expuesto a las 16.30 horas durante una ceremonia deostensión y veneración, presidida por el arzobispo de París. Los caballeros y damas de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro, guardianes de la corona desde 1923, acompañarán este solemne acto.
Esta valiosa reliquia, venerada desde el siglo XIII, se encuentra en Francia gracias a San Luis, que la trajo de Constantinopla en 1239. Tras ser conservada en la Sainte-Chapelle, en 1806 se instaló en Notre-Dame. En el momento del incendio de la catedral en 2019, estaba protegida en una caja herméticamente cerrada, junto a un fragmento de la Vera Cruz y un clavo de la Pasión, salvados también gracias a la intervención de los bomberos.
A partir de enero de 2025, la corona será accesible a todos los fieles y visitantes todos los viernes hasta el 18 de abril de 2025, Viernes Santo. A partir de entonces, se expondrá el primer viernes de cada mes. Esta exposición ofrece una oportunidad única de acercarse a la historia de la Pasión y a este símbolo de humildad y sufrimiento.
El padre Guillaume Normand, vicerrector de la catedral, declaró: “Esta corona es lo que queda de la Pasión de Jesús. No es sólo un tesoro, sino una prueba tangible de la historicidad de estos acontecimientos”.
No se pierda esta oportunidad excepcional de reencontrarse con un capítulo fundacional de la historia cristiana en el corazón de París, en el majestuoso marco de Notre-Dame, símbolo de resistencia y fe.
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