
Faubourg Saint-Honoré se ilumina de Navidad 2025
El elegante Faubourg Saint-Honoré se viste de luces, magia y escaparates de ensueño.
Nosotras no pudimos resistirnos a pasear entre sus destellos, reír, soñar… y sentir que la Navidad ya empezó.
La Navidad en París no se vive… ¡se siente! 🌟
Las luces, el aroma a chocolate caliente y la música suave que sale de las calles te envuelven desde el primer paso. Y si hay algo que amamos Andreita y yo, es compartir esa magia con cada viajero que llega con los ojos llenos de ilusión. Imagina caminar por los Campos Elíseos, convertidos en un túnel dorado de luces. Los árboles brillan, los escaparates de las tiendas cuentan historias y el Arco del Triunfo parece una postal viva. Nosotros solemos empezar aquí nuestras tardes de diciembre, con un gorrito navideño y una taza de vin chaud (vino caliente con especias) para los grandes… y un cremoso chocolate para los pequeños.
Uno de nuestros favoritos es el Mercado de Navidad de los Jardines de las Tullerías, frente al Louvre. Pequeñas casitas de madera llenas de artesanías, dulces, luces y una pista de patinaje que hace brillar los ojos de Andreita cada año.
Allí se respira el espíritu navideño en cada rincón: los olores a galletas recién horneadas, las risas de las familias y los villancicos que acompañan el paso. Si vienes, no te olvides de probar los crêpes con Nutella o el vin chaud especiado. ¡Son pura felicidad!
En diciembre, la ciudad se llena de pistas de hielo: desde la más tradicional en los Tullerías hasta la del Grand Palais des Glaces, un palacio convertido en un mundo helado.
Andreita dice que patinar aquí es “como flotar dentro de una bola de nieve gigante”, y tiene razón. Es una experiencia que combina diversión, música y magia parisina. Si vienes con niños, este es un recuerdo que guardarán para siempre.
La Sainte-Chapelle, con sus vitrales de colores, acoge conciertos de música clásica que emocionan hasta al corazón más distraído. Escuchar allí Noche de Paz rodeados de velas es una experiencia casi celestial.
Y si prefieres algo con más brillo, el Moulin Rouge y otros cabarets ofrecen espectáculos especiales de Navidad, llenos de color y elegancia. París sabe cómo celebrar la vida en todas sus formas.
El 24 y 25 de diciembre, los restaurantes se llenan de mesas decoradas, copas chispeantes y aroma a foie gras y mariscos. Algunos de nuestros favoritos para esas fechas son los que se encuentran junto al Sena, donde puedes ver reflejarse las luces en el agua mientras disfrutas del menú festivo.
Nosotras solemos terminar la noche paseando por el Pont Neuf, viendo cómo la ciudad brilla mientras Andreita pide su deseo al cielo. ✨
El 31 de diciembre, el Arco del Triunfo se ilumina con proyecciones y cuenta regresiva. Familias, amigos y viajeros de todo el mundo se reúnen para despedir el año con una copa de champán en la mano y la Torre Eiffel brillando de fondo. Es un momento que eriza la piel, incluso a quienes ya lo vivimos muchas veces.
Si vienes a París en Navidad, no intentes verlo todo: siéntelo.
Camina sin prisa, detente en un café, escucha a los músicos callejeros, deja que los niños se maravillen con las luces.
La magia no está solo en los monumentos, sino en los pequeños instantes que hacen que París —en diciembre— se convierta en un sueño real.
Y si quieres vivirlo con nosotras, estaremos encantadas de acompañarte. ❤️
Con cariño,
Carla y Andreita 🎁

El elegante Faubourg Saint-Honoré se viste de luces, magia y escaparates de ensueño.
Nosotras no pudimos resistirnos a pasear entre sus destellos, reír, soñar… y sentir que la Navidad ya empezó.

El lunes 9 de diciembre, el Palacio Garnier dio la bienvenida a la temporada navideña con la inauguración de un magnífico árbol de Navidad, creado en colaboración con la célebre maison Ladurée.
