
Castillo de Monte-Cristo: Un refugio literario a las puertas de París
El Castillo de Monte-Cristo no es solo una visita cultural; es una experiencia íntima, poética y diferente.
¡Hemos descubierto una joya a solo una hora y media de París ! Entre Mantes-la-Jolie y Dreux , en el corazón de la campiña de Eure-et-Loir , nos espera una magnífica residencia con una arquitectura impresionante. Y sobre todo, no lo olviden: ¡están a punto de descubrir un castillo que aún se conserva!
Nos encontramos justo al borde del municipio de Anet . Entre unas cuantas casas pequeñas, llegará a la Rue d’Oulins, donde una fachada original y monumental no le dejará indiferente. ¡Aquí está el Castillo de Anet ! Es la primera vez que vemos una fachada con un ciervo, dos perros y una silueta en relieve.
Es una referencia a Diana, diosa de la caza y la luna en la mitología romana. Se la suele representar acompañada de ciervos y perros, sus compañeros. También se la suele representar con una luna creciente. Mientras que Yvelines alberga el castillo del Rey Sol, Eure-et-Loir alberga el castillo de la luna. Cabe mencionar que, dentro de este mundo fantástico, encontramos representaciones de lunas crecientes. Pero no solo se vincula con la diosa de la caza; volveremos a este tema.
Si decimos que el Castillo de Anet es el antecesor de Versalles, se debe, en primer lugar, a su antigüedad. La construcción del actual Castillo de Versalles comenzó en 1631. El Castillo de Anet se había empezado a construir casi 100 años antes: en 1540. ¡El antecesor de Versalles se enorgullece de su estilo renacentista y, sobre todo, de sus ilustres antepasados! Francisco I tuvo un segundo hijo, Enrique II, cuya favorita fue Diana de Poitiers . Según la leyenda, Enrique II mandó construir este castillo para ella. Dado que Diana recibe su nombre de la diosa, las numerosas alusiones al mito son aún más evidentes.
Este tesoro del Renacimiento francés se puede explorar en una visita y quedará maravillado. ¡ El Castillo de Anet es fantástico y poco conocido!
Al pasear por el corazón del castillo, a solo 1 hora y 20 minutos de París , tendrá la oportunidad de admirar cada detalle de la exquisita arquitectura principesca. Los interiores han sido restaurados con gusto para transportarle a un viaje en el tiempo. Le recomendamos encarecidamente explorar la magnífica capilla y su rotonda, inspirada en el arte griego, cuyos relieves fueron tallados a mano.
Catalogado como monumento histórico , el Château d’Anet pertenece a la misma familia desde 1860. El antepasado de Versalles vive de las visitas. La compra de una entrada contribuye al mantenimiento del castillo. Este es un argumento de peso para no dudar en visitarlo. Además, el Château d’Anet es un superviviente. No todos los interiores que visitará son de la época, ¡y lo que se ha podido salvar del siglo XVI es un auténtico milagro! Tras su época dorada con Enrique II y su amante, el castillo estuvo a punto de desaparecer debido a numerosas maldiciones.
¿Quién dice que las maldiciones tienen que ser mágicas o increíbles? La historia del Château d’Anet demostrará a quienes lo creen que están equivocados. Todas las maldiciones que ha sufrido este castillo son reales y lamentables. A diferencia de muchas residencias reales que sobrevivieron a la Revolución Francesa, el Château d’Anet no tuvo tanta suerte.
Debido a la Revolución , se intentó eliminar todos los símbolos reales, sin tener en cuenta el valor histórico ni patrimonial del lugar. Alrededor de la década de 1790, este fantástico castillo, a una hora y media de París , quedó sin mantenimiento, y sus alas fueron saqueadas hasta quedar completamente destruidas. Sin piedad, se vendió todo el mobiliario de época. Antiguamente, el Château d’Anet era mucho más grande y contaba con vistas al estilo versalles.
Tras más de cien años de infortunio, el Château d’Anet tuvo un golpe de suerte en 1860. Convertido ahora en residencia familiar, ha sido restaurado y cuidado al máximo. Cabe destacar que la ya admirable fachada lo era aún más en su época. Los ciervos y los perros eran autómatas, y el reloj era astronómico, por lo que marcaba la hora, además de proporcionar otra información. Hoy en día no queda rastro de estos tesoros.
Aunque el Château d’Anet ha perdido su antiguo esplendor, vuelve a ser sublime y admirable gracias a todas las obras de renovación que ha sufrido. ¡Se le iluminarán los ojos al visitarlo y, con un poco de imaginación, podrá intentar imaginar cómo era en su versión original!
Temporada alta (abril–octubre):
Abierto todos los días, excepto lunes.
Horario: de 14:00 a 18:00 h
Temporada baja (noviembre–marzo):
Solo fines de semana y vacaciones escolares francesas
Se recomienda consultar el sitio oficial por cambios estacionales.
En coche desde París: tomar la A13 → salida Bonnières → D928 hacia Anet
En tren:
Excursión organizada: también posible desde París
El Château d’Anet es más que una visita: es un viaje íntimo a la historia, el arte y la ambición de una de las mujeres más influyentes del Renacimiento francés.
¿Listo para descubrirlo?
El Castillo de Monte-Cristo no es solo una visita cultural; es una experiencia íntima, poética y diferente.
Antigua residencia real, imperial y presidencial, el Castillo de Rambouillet y sus jardines están impregnados de historia y elegancia. Un lugar imprescindible que invitan a un viaje en el tiempo.